domingo, 3 de marzo de 2013

Capítulo 4

¡Por fin! He terminado el capítulo 4 y os lo dejo aquí, hay un hecho en este capítulo que será clave en los próximos capítulos. Besos

*Capítulo 4

Suspiré pesadamente, el moreno no parecía por la labor de apartar la miradita de las narices. -¿Qué Hawthorne? ¿Tengo monos en la cara?- Le pregunté mientras le sacaba la lengua. La cara que puso fue épica, se le descolocó la mandíbula como como si fuera una víbora y abrió mucho los ojos. “Normal” pensé, al fin y al cabo no estaba acostumbrado a que le diesen ese tipo de conversación. –No te creas importante Undersee- me contestó Gale con un tono que denotaba asombro. Bufé fuertemente ante esto, yo no me creía nada, simplemente decía lo que pensaba y en esos momentos el moreno no quería saber lo que estaba pensando. De repente se abrió la puerta del compartimento y entró Effie seguida de Haymitch, el hombre tenía el pelo sobre la frente y un aspecto deplorable, como si no se hubiese duchado en días, sinceramente, creo que realmente no se había duchado en días.

Effie carraspeó haciéndose notar e interrumpiendo así la lucha de miradas que se había producido entre Gale y yo. Aparté la mirada rápidamente, pero no pude evitar que el muchacho se percatase de mi repentino sonrojo. Haymitch rió con sorna ante este hecho y yo no pude hacer nada pero taladrarle con la mirada, Effie se movió en su sitio claramente incómoda –¿Por qué no nos sentamos?- ofreció la Pelirrosa mientras se dirigía a los mullidos sillones de terciopelo, su forma de sentarse me pareció muy curiosa, cruzó los tobillos mientras se sujetaba las manos sobre el regazo y echaba la cabeza hacia delante y ponía una gran sonrisa en la cara. Miré a Haymitch y a Gale, el primero parecía acostumbrado a esta manera de sentarse de Effie, pero por el contrario Gale estaba tan asombrado o más que yo. Reí fuertemente ante la cara del chico, había levantado una ceja y tenía la boca abierta de par en par –Cierra la boca Gale, que te van a entrar moscas- nada más terminar de decir esto me tape la boca y abrí los ojos, era la primera vez que le llamaba por su nombre, giró la cabeza lentamente y me miró entrecerrando los ojos -¿Me has llamado por mis nombre Undersee?- me preguntó lentamente, abrí y cerré la boca varias veces sin saber que decir. Decidí no decir nada y me giré para sentarme al lado de Effie –Y… ¿De qué querías hablar Effie?- pregunté con un tono nervioso mientras que me recordaba a mi misma no volver a llamarle por su nombre, nunca más. –En realidad el que quiere hablar con vosotros es Haymitch- miré al que sería nuestro mentor con aire interrogatorio mientras que él y Gale se sentaban, -Vamos al grano- comenzó Haymitch -¿Qué sabéis hacer?- No, sin duda era directo. Pensé en que podía decirle, sin duda no podía decirle que sabía usar hachas, necesitaba esa habilidad para mí. –Cazar, se cazar- dijo Gale con un tono frío. Vi como Haymitch sonreía ante este hecho, me lo había dicho a mí misma, no le diría lo de las hachas, pero en ese momento no supe controlarme y lo solté –Se me da bien lanzar hachas- por la cara que pusieron los demás supe que tal vez no debía de haberlo dicho, me miraban con los ojos abiertos, nadie parecía querer decir nada -¿Tú sabes lanzar hachas? ¿En serio?- fue Haymitch el que habló mientras reía, bajé la mirada al sentir sus ojos sobre mi –Creo, que me voy a ir a tomar el aire- me levanté y salí de allí rápidamente.

POV Gale
Tengo que reconocer que el hecho de que la rubia supiese lanzar hachas me había resultado bastante sorprendente, tenía ganas de preguntarle donde había aprendido a manejar hachas, al fin y al cabo no todos los días la hija del alcalde te decía que su arma eran las hachas. Vi como los ojos de Madge se apagaban y tomaban un brillo propio de quien va a llorar ante el comentario de nuestro mentor, sentí como el pecho se me encogía ante esta imagen, por alguna razón que no sabía explicar la oji verde me importaba más de lo que yo creía. La vi salir por la puerta corriendo y enseguida me levanté para seguirla, -¿Adónde vas muchacho?- preguntó con tono dejado Haymitch. –A arreglar lo que tú has hecho- contesté con un tono frío mientras salía por la puerta. Vi un cabello rubio en uno de los pasillos -¡Madge!- grité mientras llegaba. La chica rubia se giró y claramente no era Madge –Creo que no soy la persona a la que buscas ¿verdad?- me dijo la chica coquetamente –No, no eres a la que estoy buscando, ¿ha pasado por aquí una chica corriendo, más o menos de tu estatura, con el pelo rubio?- estaba nervioso, si algo sabía de la hija del alcalde era lo torpe que era, seguramente se habría perdido y no sabría lo que hacer –Si, ha pasado por aquí hace un par de minutos, justo antes que tú, ¿por qué? ¿Es tu novia?- era curiosa la joven, un momento… ¿Madge mi novia? Sí, claro y qué más –No, no, es mi… realmente no es nada mío- dije confundido por completo –Pues, para no ser nada tuyo la buscas con mucho empeño- la conversación me empezaba a hartar. –Si, bueno, es complicado- en realidad no era complicado pero estaba perdiendo mucho tiempo en la puñetera conversación, me di la vuelta para irme –Hey Romeo, tú Julieta se ha ido por el otro lado- volví a cambiar de sentido mientras murmuraba un leve gracias,-Por cierto, me llamo Glimmer- me dijo la chica rubia –Gale –le grité desde el otro lado del pasillo.
Fin del POV

Me perdí en el tren, no sabía a dónde ir, y mucho menos donde estaba. Recordé la escena anterior y me senté en el suelo, la cara de incredulidad de todos fue suficiente para que me derrumbase y empezase a llorar, ¿Por qué no podían creerme? No era imposible. Sentí como alguien se sentaba a mi lado –No le hagas caso- levanté la mirada y vi a Gale -¿Qué?- Pregunté sin saber a qué se refería, Gale suspiró –A Haymitch, ignora lo que ha dicho- repitió mientras esbozaba una leve sonrisa, -Tu tampoco te lo crees, ¿verdad?- le dije aun con lágrimas en los ojos –Quiero creerte, pero no puedo, es decir, no te veo a ti lanzando hachas y cortando cabezas- dijo mientras arrugaba la nariz, sonreí mientras que una lágrima rodaba por mi mejilla –Lo entiendo, pero te lo demostraré Gale, ya verás en los entrenamientos- dije en un susurro, sentí como su mano me limpiaba las lágrimas de la mejilla, -Lo has vuelto a hacer- dijo mientras cerraba los ojos -¿Hacer qué?- estaba completamente confusa, no sabía de que estaba hablando –Mi nombre, me has llamado por mi nombre- abrí levemente la boca mientras que pensaba que decirle, -Bueno, es tu nombre, y creo que aparte de mí, no va a haber mucha gente que se vaya a acercar a ti, - esto me resultaba raro- lo que quiero decir, es que puede que no sea la mejor aliada que puedas encontrar, pero inspiras miedo y los demás tributos no van a acercarse, y si vamos a ser aliados te voy a llamar por tu nombre- Gale levantó una ceja y yo me sentí mal –La he cagado ¿verdad?- le pregunté a pesar de que sabía la respuesta de antemano. Sonrió mientras negaba con la cabeza –No te preocupes Madge, supongo que llevas razón, y si tú me vas a llamar por mi nombre yo te llamaré a ti por el tuyo, a pesar de que me va a costar acostumbrarme- en esos momentos me sentí la persona más feliz del mundo, haber, imagínate, el chico del que estás enamorada lleva llamándote por tu apellido desde que le conoces, de repente te empieza a llamar por tu nombre. Le dediqué una gran sonrisa, estaba feliz, -Bueno, pues al menos ya tenemos un aliado cada uno- le dije sonriendo a pesar de que todavía tenía los ojos rojos del llanto. Y al fin después de seis años Gale me dedicó una de sus preciosas sonrisas.